Los trancones, falta de sueño, reuniones, situaciones incómodas, problemas familiares, laborales o de tipo personal, pueden llevarte a experimentar eventuales cuadros de estrés que pueden resultar en situaciones positivas, si los sabes canalizar. Sin embargo, si no lo haces y tampoco buscas canales de relajación, puede haber consecuencias negativas para tu cuerpo, emociones y mente.Dicho esto, conocer los síntomas del estrés excesivo es una poderosa herramienta propia de todo Tratamiento para el estrés de calidad, pues te ayudará a mantener un nivel de consciencia al respecto de las diversas señales que vayan apareciendo, para abordarlas antes de que sean capaces de lastimar tu salud.Usualmente no se entienden o descubren las connotaciones negativas de este mal, ni se busca un Tratamiento para el estrés, hasta que estás inmerso en él. Puedes estar padeciendo una serie de condiciones físicas y pensar que la responsabilidad pertenece a una enfermedad o trastorno de tu cuerpo. Por eso, buscando que aprendas a detectar cuándo estos síntomas aparecen y están por lo alto, en esta nota enumeraremos algunos:
- Dolores o tensión en diversas zonas del cuerpo. Lugares como los músculos, la cabeza, el pecho o el estómago pueden tensarse cuando estás estresado. Por eso, si no tomas un Tratamiento para el estrés adecuado, pueden aparecer con el tiempo migrañas, problemas musculoesqueléticos, o dolores de cabeza.
- Fallas digestivas. Problemas como estreñimiento, náuseas, diarreas y vómitos, pueden aparecer debido al estrés, puesto que este afecta la velocidad de tu metabolismo, así como el modo en que tus intestinos absorben los nutrientes de tus alimentos.
- Fallas en tu salud sexual y reproductiva. Tu libido puede disminuir si te estresas permanentemente. Además, si eres mujer, tu período puede tornarse irregular o doloroso. Por otro lado, si eres hombre, puedes tener disfunciones eréctiles, impotencia o menor producción de esperma.
- Problemas cardíacos y arteriales. El estrés despierta un modo de supervivencia en tu sistema nervioso; por eso, éste activa las glándulas suprarrenales y libera, así, adrenalina y cortisol. Tu corazón latirá más rápido y tu presión aumentará, para bombear sangre a todo tu cuerpo con mayor facilidad, lo cual es útil a la hora de un combate físico, o un escape a pie. Sin embargo, si esta sensación no es momentánea, sino permanente, o repetitiva, tus arterias pueden inflamarse, lo que podría llevarte a fallas cardíacas.
- Daños comportamentales. Si te estresas, será más difícil la toma de decisiones racionales. Habrá emociones influenciadoras, donde debe haber cabeza fría. Así, será más complicado asimilar y cumplir con tus responsabilidades habituales; es más, puede que tus prioridades se vean afectadas o en desorden, por lo cual puede que recurras al aislamiento, la autocrítica destructiva, la depresión y el consumo de drogas o alcohol.
- Afectaciones dietarias. Es común comer por estrés, o dejar de hacerlo del modo correcto. El problema es que esto puede derivar en problemas de obesidad o diabetes, en el caso del primer extremo, o en irritaciones gástricas y úlceras, en el segundo.
Si estas señales te alarmaron, estás aún a tiempo de transitar el camino del cambio. Elige tomar las riendas de tu vida, aprendiendo más sobre cómo lidiar con el estrés, uno de los males más dañinos del siglo XXI. Solo necesitas, para ello, visitar nuestra sección Tratamiento para el estrés, allí hallarás respuesta a todas tus preguntas. ¡Te esperamos!
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